UN POCO DE VENECIA
Uno de los viajes más bonitos que hemos hecho en familia. En el que, además de visitar esta preciosa ciudad, aprendimos cosas que no creo que se nos olviden. Muy recomendable para viajar con niños porque, aunque no paras de andar y pueden cansarse un poco, es un lugar que les encanta.
Sí, a viajar en góndola, a comer pasta y pizza, a probar los helados y a pasar las horas muertas mirando los canales o sentados en una plaza. Vuelves lleno de vida y con una mirada diferente.
Los venecianos, a pesar de que no pueden disimular su hartazgo de turistas, son personas afables y cuidadosas con los visitantes. Saben que, al final, su vida gira en torno a ellos.
Lo dramático de esta ciudad es que se hunde y que está destinada a desaparecer, y eso la hace más misteriosa y encantadora.
Venecia vive sobre una laguna, pero no de agua estancada sino que sube y baja. Hace dieciséis siglos que dicha laguna fue poblada, pasando de ser sólo fango a un lugar en el que fue posible la vida, gracias al intercambio y, por ello, al nacimiento del comercio veneciano, la clave de la ciudad.
República desde 697, cuando se eligió al primer dogo, en este pueblo de refugiados y comerciantes solo se podía acceder a las casas y a la ciudad con una embarcación; por eso todos eran expertos navegantes. Iban a la guerra a cambio de beneficios comerciales y, poco a poco, se hicieron con la Ruta de la Seda, la más importante de la zona. La ciudad fue creciendo.
La muralla de Venecia no es el agua sino la laguna, ya que es muy poco profunda (entre medio metro y dos). Los palos clavados en el fondo hacen de carreteras, indicando la profundidad de los canales para evitar así que los barcos encallen. Cuando venían enemigos, los venecianos quitaban estos palos y las embarcaciones no podían pasar, quedando atrapadas. Era una ciudad inexpugnable, nunca se pudo invadir, convirtiéndose en la urbe más rica y poderosa del Mediterráneo.
Curiosidades de Venecia
- Se camina por la derecha.
- El Gran Canal es la avenida principal de la ciudad.
- La Basílica de Santa María della Salute se construyó después de la gran epidemia de peste. El dogo le pidió a un arquitecto que la hiciese, si la Virgen acababa con la enfermedad. Y así fue.
- La Venecia histórica, sin Mestre, tiene menos de 90.000 habitantes. Cada año pierde unos mil porque es incómoda, antigua, las casas tienen humedades, no hay oportunidades para los jóvenes y, sobre todo, por el turismo masivo (recibe 25 millones de visitantes al año). Es muy caro vivir en Venecia. Una familia media no se lo puede permitir, además de lo difícil que es vivir en una ciudad orientada al turismo.
El Carnaval
Es diferente y peculiar, porque es una fiesta pagana que trajeron los celtas y cuando los romanos conquistan la ciudad lo adaptan a su calendario. Igual hicieron los cristianos, que la colocaron en el periodo anterior a la Cuaresma (cuando no se puede pecar con la carne).
En Venecia adoptaron las máscaras porque había familias muy ricas que no podían mezclarse con las clases sociales más bajas, pero cuando no sabían quién llevaba esa máscara todos se igualaban. Así se escuchaban. Pecaban juntos y esto traía consecuencias de importancia: embarazos no deseados, que eran una desgracia en aquella época y acababan con una gran cantidad de niños abandonados en las Iglesias, cientos de huérfanos a causa de esta fiesta. Napoleón la prohibió en 1797. Y, cuando volvió a celebrarse, se quedó tal y como estaba justo antes de esta censura. Eso es lo que hace que el Carnaval de Venecia sea diferente.
Cada máscara tiene su significado. Hay de diferentes tipos: la de plumas viene de la comedia; la de pato, de los médicos en la época de la peste (la usaban para guardar la distancia de seguridad, llena de lavanda, romero o tomillo), etc
Los pozos de Venecia
Sin agua potable, la vida era imposible, así que tuvieron que usar el agua de lluvia, que se filtraba por unos agujeros que hacían en el suelo, creándose pozos y aljibes.
Ahora que hay agua potable en todas las casas y se puede beber tranquilamente, los pozos se han quedado como recuerdo. Son muy bonitos, ya que, para hacerlos, se usaron capiteles de los templos romanos que los venecianos desmantelaron.
Ciudad de la cultura
En el siglo XVI llega la decadencia pero, paradójicamente, es la época de mayor esplendor cultural. El teatro La Fenice es un ejemplo de ello, siendo uno de los más famosos del mundo. En él se han estrenado algunas de las óperas más importantes de la historia. Inaugurado en 1792 el teatro ha sobrevivido a dos importantes incendios y todavía hoy sigue en funcionamiento
La ciudad se está hundiendo en sí misma, por su propio peso.
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