EN UN LUGAR DE EXTREMADURA
Me crié en uno de los pueblos de Extremadura . Desde pequeña vi a mis abuelos labrar la tierra y ordeñar a las vacas, mientras otros sacaban adelante un negocio de la nada. Sé lo que es trabajar, porque no he vivido otra cosa que no fuese el madrugar y trasnochar de mis padres. Por ello, conozco bien de dónde vengo y sé cual es mi sitio. En aquel pequeño pueblo no había muchas cosas que hacer, pero vivimos momentos auténticos. Recuerdo una huelga y manifestación para que no trajesen el pantano más grande de España a nuestras tierras. Éramos pequeños y allí estábamos. Fue el día en el que no fuimos al cole porque tocaba rebeldía . Muchas tardes las pasábamos en plena naturaleza, pescando, corriendo, haciendo una paella con pocos artilugios, en medio del campo. Jugando al bote-bote ya en la calle del pueblo, escondiéndonos para estar con el chico que nos escribía cartas de amor, fumando a escondidas y bajándonos al pilar a toma...