HOLA 2021
Ya sí que sí. Te vas. 2020. Sonabas bien, y prometías. Pero nos has abierto los ojos de golpe, con un guantazo a mano abierta. Y hemos despertado. O eso espero. A mí me has cortado las alas un poquito, por aquello de mi alma viajera. Pero me has enseñado a encontrar la calma en familia, con la tranquilidad que me hacía falta. He aprendido que nada era tan grave, que poquito a poco las cosas salen mejor y que lo importante es estar con aquellos que te sacan una sonrisa, que preguntan qué tal estás, que se preocupan por tus cosas. Y esas tardes en las que veía que, aunque pantalla de por medio, todos ellos sonreían, yo era feliz. No necesité mucho más que salud, unas cervecitas y comida en la nevera. Aprendí a cocinar con lo que había, cuando salir era difícil y todos nos lanzamos a la compra por internet, saturando el mercado. A guardar el miedo dentro, cuando tenía que contar un cuento, y a sacarlo fuera, si no quedaba otra. Los directos de Re-colócatePsicólogos me hicieron tanto ...