CUESTIÓN DE SUERTE

 

Que no tiene suerte, me viene diciendo de camino a casa. 

 


 

Y mi mente se va a otro lugar y a otro tiempo. En el coche con mis padres, a la salida del colegio, un día de lluvia. De los pocos que venían a buscarme para decirme que nos íbamos a algún pueblo cercano a hacer recados. Eso, para mí, era toda una experiencia, salir de mi rutina. El olor del coche, el gustito que da la calefacción cuando estás mojado. Y ellos. Que no siempre estaban, pero ese día sí. Tuve suerte.

Y me sigue diciendo que él no la tiene. Es una tarde lluviosa, en las que apetece llegar a casa, y quedarse allí. Hasta preguntarle el tema 2 de Sociales puede ser un buen plan. Estar calentitos y ver la lluvia desde la ventana. 

No tiene suerte porque ha perdido cinco veces a algún juego. ¡Cinco! Y eso significa que le van a pasar cosas horribles. Porque, dice, tener apendicitis es una cuestión de suerte. Y él no la tiene. 

Sí un techo, un lugar donde ir si enferma, una buena educación y mucho amor. Todos los días, y no solo alguno de lluvia, alguien le espera a la salida del colegio. Pero para él eso no es suerte, o no lo sabe. Se lo explico. Porque creo que es afortunado, aunque no se dé cuenta. Sí, perdemos muchas veces, pero toca levantarse y seguir. ¿Qué otra cosa tenemos que hacer aquí?

Y esa tarde de lluvia, en vez de lamentarnos por no ganar a un juego, nos dedicamos a pensar en todo lo que podemos hacer por aquellos que, de verdad, no tienen suerte. 

Le digo que yo no sé si existe la suerte. Pero sí el trabajo y echarle muchas ganas a las cosas. Que tiene en sus manos la capacidad de cambiar su vida y hacer mejor la de los demás. Que tiene luz, que tiene coraje, y que vamos a jugar a otro juego, el de ser nosotros mismos, sin compararnos con nadie, con o sin suerte. Y ganaremos.

Espero que todas estas palabras las recuerde algún día, si el pavo no se lo lleva todo por delante.

 


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

UNA FIESTA DE LA QUE YA FORMAS PARTE

Y TODO SE PONE DEL REVÉS PARA VOLVER AL DERECHO

AMARGURAS, LAS JUSTAS