GRACIAS

Están aquellos que quieren acostarse el día 23 de diciembre y despertar el 7 de enero. Y esos otros que compran el calendario de adviento el día uno y decoran la casa con motivos navideños justo después de la festividad de todos los Santos. Y estamos los que aprovechamos el final del año para dar las gracias.

 

 



El caso es que las Navidades hay que pasarlas. Vienen con las cenas y comidas con los colegas y amigos, con los paseos por la ciudad llena de luces, los villancicos del cole y las noches con la familia, o con aquellos que quieren pasarlas contigo y disfrutar del cariño que les das (o las discusiones, según se tercie). Para culminar con el roscón, sus majestades los Reyes y los propósitos para el nuevo año, claro. El mío el año pasado había sido empezar este blog.

Aquí seguimos. Este año con una nueva misión, casi imposible diría yo, pero eso no me va a frenar, claro que no. Quién no lo intenta, no lo consigue.

Es un reto que podéis hacer vuestro, porque realmente creo que no hay nadie en este mundo al que no le venga bien. Ahí va.

«He decidido vivir para mí. Estar con quién está, soltar al que se va. He decidido que lo único que necesito en mi vida es tirar unas piedras que me pesan en la mochila, sin hacer daño a nadie. Son el miedo al qué dirán y las ganas de agradar por encima de todo. Creo que con eso, todo está hecho. Así que este año la cosa es fácil. O difícil, según se mire. Se trata de hacer mía esa canción de Alaska y Dinarama que cantamos en el coche camino del cole mi hijo y yo. Porque nuestro destino es el que nosotros decidimos, el que elegimos. Que a nadie le importa lo que haga ni lo que diga. Porque soy así, así seguiré y nunca cambiaré».

Y, ahora sí, que no me voy de aquí sin acordarme de todos los que habéis vivido conmigo este año que se va. Aguantándome, apoyándome y pasando tiempo con nosotros. GRACIAS. Gracias por vuestras llamadas, por vuestros ¿qué tal estás?, por vuestro tiempo, que es lo más valioso que tenéis. Lo habéis querido compartir con nosotros y no hay nada más grande. A los que no, también gracias, porque hoy tengo más claro que ayer qué es lo importante. Vamos a por ello...

Por un 2020 juntos. Tengo suerte de teneros cerca, muchísima suerte.

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