IDEAS PARA UN CUMPLEAÑOS INFANTIL
Picaste. No te voy a dar ninguna idea. Eso es solo una reflexión: el tema de los cumpleaños se nos está yendo de las manos. Y mucho.
Yo nunca tuve una fiesta en un parque, no ya de bolas. Y recuerdo mis cumpleaños perfectamente. Y eran muy felices, aunque me ponía muy nerviosa, siempre lloraba y me enfadaba un poco (era el centro de atención, y tenía que ponerle algo de drama... llevamos el teatro en la sangre).
Era verano, todos mis amigos de Guadalmez, primero, de Peñalsordo, después, estaban allí. Mi abuela me hacía una tarta de galletas con muchas chuches y jugábamos. La calle era una fiesta. Primero cumplía mi amiga Eli, luego yo. Los esperábamos como el acontecimiento del año que eran.
Yo soy la primera en poner todo mi empeño en que mi hijo tenga un gran cumpleaños. Me lo curro un poco, y me gusta. Pero él no se acuerda de sus cumpleaños. Cuenta los días para que llegue pero después no recuerda nada.
Al final no es importante el sitio donde se celebre, sólo que estén los amigos y se pueda jugar. Eso es lo que tiene que quedar como recuerdo. Da igual la decoración, pero queda tan cuqui en Instagram, da igual la tarta (que no se la come nadie) y, si me apuras, los regalos. Porque estaréis conmigo, los niños que criamos tienen de todo y mucho, no saben qué es esfozarse para conseguir algo (ni qué es pedir año tras años la roulotte de Chabel y no tenerla nunca).
Pues se acerca el cumpleaños, no queda nada. Y este año vamos a simplificar. En realidad, esta vida, la vamos a simplificar. Es nuestro nuevo reto y, por ahora, nos está aportando más felicidad que la complicación de hacer y tener grandes cosas.
Seguro que este cumpleaños sí lo va a recordar, porque lo vamos a llenar de momentos y no de cosas.
Hoy es el día de la madre
Felicidades a todas las madres. Como dice el anuncio de un gran centro comercial español muy criticado estos días, estamos entregadas a la causa de la maternidad como si fuese todo nuestro oficio en esta vida. No es así. Los padres lo hacen igual de bien y nosotras necesitamos respirar un poco. Yo prefiero los lemas de las malasmadres porque tienen razón y «si no morimos de sueño, cambiaremos el mundo». Arriba la maternidad y, por favor, relajémonos con las fiestas infantiles, por salud mental.
Feliz día.
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