«CARPE DIEM Y DEJA EL MÓVIL, C...»
«Ahora te envío el correo», lees en el whatssap. Y ya le has dado a enviar y recibir tres veces. La bandeja de emails sigue sin ninguno en negrita. Dale tiempo. Date tiempo. Necesitamos tiempo. Respira, hondo. Nos hemos acostumbrado a recibir y contestar mensajes en segundos. Y, si no es así, pensamos que al que no contesta le pasa algo horrible. Y la vida no puede vivirse así. No es humano, somos como máquinas. Escribimos, leemos en redes sociales, cada vez más noticias, cada vez más informados y cada vez más desinformados. A veces me duele la mano, y es de usar el teléfono móvil. Creo que necesito una desintoxicación tecnológica. Un viajecito a Cuba, por ejemplo. Por elegir un sitio al azar. Sin aparatos electrónicos. Sólo libros y ropa de baño. O sólo libros. Tiene que haber una forma de frenar esto. Porque lo peor es que se lo contagiamos a los que nos rodean, y nuestros hijos necesitan estar conectados casi tanto co...