MI TATARABUELA ENCARNA
Soy de las que opina que una de las cosas más importantes que tenemos son nuestras raíces. Nos hacen crecer plantados en este mundo, conocer de dónde venimos.
Cuando oigo eso de que es bueno olvidar el pasado, para cerrar heridas o para que no duelan, me pregunto cómo es posible cerrar heridas sin desinfectarlas.
Me quedo con ganas de saber más, mucho más, de mi familia. Porque se van perdiendo los contactos, las vidas van muy deprisa y cuando nos demos cuenta, nadie podrá hablarnos de esa historia. Por eso, creo, es tan importante pasar momentos de calidad con los más mayores.
Con mi abuelo materno tuve tiempo de hablar largo y tendido del pueblo en guerra, de su infancia y de su vida. Pero me he dejado muchas cosas en el tintero. Una de ellas es la historia de mi tatarabuela Encarna. La bisabuela de mi padre, la abuela de mi abuelo.
Con mi abuelo materno tuve tiempo de hablar largo y tendido del pueblo en guerra, de su infancia y de su vida. Pero me he dejado muchas cosas en el tintero. Una de ellas es la historia de mi tatarabuela Encarna. La bisabuela de mi padre, la abuela de mi abuelo.
Llegaron a mis oídos noticias de ella el día que alguien me dijo que era igual que yo. No la conocía. No sabía de quién me hablaban. Y empezó mi búsqueda, pero ni una foto. ¿Historias? Pocas. Que era diferente, que tenía algo diferente, y que era bruja. Eso es todo lo que me han contado. Lo de la brujería, me parece que tiene más que ver con las que fuesen sus ideas políticas.
Entonces, no me queda otra que inventar, imaginar cómo sería esa persona que llamaba la atención por su saber estar, siendo muy humilde. Que miraba y penetraba. ¿Sería una persona altamente sensible? Me quedo con ganas de verla, de que alguien me hable de ella.
Me la imagino resuelta, me la imagino cuidando de los suyos como una matriarca fuerte, luchadora, decidida. Porque así somos en esta familia, mujeres fuertes que siempre van un paso por delante. No hemos nacido para ser débiles, para depender de nadie.
En esta familia mía todas sabemos de dónde venimos y qué somos.
Pero quiero saber más. Quiero saber más. No quiero inventar.
Me la imagino contenida, pero valiente. Me la imagino cuidando de sus hijos con pocos medios, sin perder la entereza cuando venían malos tiempos. Manteniendo la calma. Serena pero fuerte, muy fuerte.
Igual sí me parezco a la tatarabuela Encarna, por qué no. Espero volver aquí y volcar más datos sobre esa señora, porque su historia puede marcar mi andar por este mundo.
A mí sí me gusta rescatar el pasado porque pienso que sin él es imposible comprender el presente. Porque es muy importante saber de dónde venimos.
A mí sí me gusta rescatar el pasado porque pienso que sin él es imposible comprender el presente. Porque es muy importante saber de dónde venimos.
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