¿ALGUIEN MÁS QUE SE TRANSFORME EN HULK AL VOLANTE?

Lo sé, pensáis que exagero. Que soy muy dulce, muy tranquila, que no me enfado. ERROR.

 

  

 

Hay un momento del día en el que me transformo. Son las 9 menos 7 minutos de la mañana y arranco el coche de camino al cole. Primer semáforo, primer atasco, primera "pirula" del día. Entonces llega. Puedo notar como la ira recorre todo mi cuerpo. Soy consciente, además, de cada uno de los insultos que ¿se me escapan? No estoy tan segura de eso. Quizá lo hago adrede, como una forma de terapia.

Yo tengo mi carácter, y es fuerte. Pero la transformación que sufro en el coche, ese punto casi de locura, lo alcanzo sólo en los pedales de mi huevito.

Me olvido de que no estoy sola. Busco en el espejo retrovisor un poco de entendimiento en su cara, pero él ya piensa que todo está perdido, ha decidido que su madre está loca, que a los mandos del coche es un ser distinto. Y rezo entonces para que no se lo cuente a la profe, porque yo, además, trabajo escribiendo, en buena medida, sobre las virtudes de una buena conducción. Y la agresividad al volante no entra en este último epígrafe.

Cuando salgo del coche, me doy cuenta de que la historia vivida tampoco era para tanto. Tal vez la señora que iba a 10 kilómetros por hora no tenía ni idea de por dónde iba a girar y el que casi nos lleva por delante necesitana llegar pronto al hospital por alguna urgencia. Que hay que ponerse en el lugar de los demás y ser más tolerante, hombre ya.

Así que mi nuevo reto es terminar con el estrés al volante porque cuanto más estrés, más probabilidad de sufrir un siniestro y la accidentalidad vial es un tema para tomarse muy muy en serio.

 

Seguiré tres sencillos pasos:


1. Salir con más tiempo de casa. Así casi no te importa el atasco o que no te dejen cambiar de carril cuando alguien se detiene con su coche en doble fila interrumpiendo tu paso.

2. En los atascos, musiquita. Mientras cantamos no insultamos. Es una buena medida.

3. Respiración profunda. Paciencia, paciencia y más paciencia. Aunque creas que muchos deberían ir a la autoescuela de nuevo, pero de forma urgente.


No sé si lo conseguiré, o me tocará hacer un curso de relajación al volante. Eso, o una hucha al modo pay per insult. Mira que si, al final, consigo ahorrar para un viajecito.


Feliz fin de semana, amigos.



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