NI FEMINISMO, NI MACHISMO, NI TODO LO CONTRARIO

Hay días en los que no llego a todo. Parece que no llego a nada. Y esos días todo me molesta un poquito más. Me gustaría ser una superwoman, una especie de mujer invisible, pero no lo soy.

Hasta el mismísimo estoy de escuchar “ni feminismo ni machismo, ni tanto ni tan calvo”.  Y da igual que copies mil veces de la RAE lo que significa cada una de esas palabras: 

Machismo

1. m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.

2. m. Forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón. En la designación de directivos de la empresa hay un claro machismo.

Feminismo:

1. m. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.

2. m. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo.

Prepotencia versus igualdad de derechos. Por lo tanto y una vez más, feminismo no nos sirve para calificar a un movimiento que quiere que las mujeres están por encima de los hombres. Si nos quedamos igual, ya habremos alcanzado nuestra meta.

Pero todo esto da igual, porque ahora tenemos un término nuevo: "feminazi".  La palabra feminazi (que aparece como adjetivo y también como sustantivo) "se usa con un sentido peyorativo en contra del feminismo en general o en contra de algunas feministas en particular, sobre todo a las que se percibe como radicales, con el argumento de que el feminismo no busca la igualdad entre hombres y mujeres".

El miedo al poder de la mujer, de las mujeres unidas, ha comenzado a producir adjetivos de este tipo para atacarlas.  Y a extender por todos sitios la idea de que esto es una guerra, de mujeres contra hombres.

No todos los hombres son malos

Por supuesto que sufren con nosotras, por supuesto que nos apoyan. Por supuesto que no todos los hombres matan, violan, torturan a las mujeres. Y claro que esto no es una lucha de sexos, ni mucho menos.

Pero lo cierto que es que (nosotras) morimos y los asesinos son hombres en la mayoría de los casos. Existe una violencia de género que no acabamos de erradicar, ni la cosa pinta mejor que hace años.

Por otro lado, la mujer sigue siendo poco o nada reconocida en el mundo laboral y sigue llevando el peso de los cuidados de la familia, lo que limita su tiempo y recursos. Y si una mujer no trabaja, si deja a un lado su carrera, porque tiene que hacerse cargo de la casa y los hijos, hemos dado un salto enorme. Pero no hacia adelante. Como los cangrejos, habremos ido marcha atrás y todo lo que se consiguió, se quedará en nada.

No es una guerra, debería ser un pacto social, de todos. No en contra de los hombres, sino de un sistema injusto en el que sale perdiendo la mujer. Y, para terminar con toda esta mierda, hay que legislar y proteger a las mujeres, hacerles sentir seguras y devolverles lo que la historia les ha quitado. Los mismos derechos, el mismo periodo para cuidar a los niños para hombres y mujeres, los mismos permisos, no es ella la que tiene que pedir días en el trabajo, son los dos. Ayudas en las escuelas infantiles y que, cuando vayamos al médico con nuestros hijos entientan los profesionales que no van a la guardería por gusto, sino porque somos trabajadores. Nos duele más que a nadie que anden cargados de mocos y virus un día sí y otro también. 

Igualdad, ni más ni menos. Para elegir. Para sentirnos seguras, para sentirnos fuertes.

 Todas estas frases le repito a mi hijo continuamente:

• Las mujeres no son el sexo débil, son fuertes.

• Son iguales que los hombres.

• Hay que respetarlas y apoyarlas.

• No hay ninguna diferencia entre un amigo y una amiga.

Y en casa verá que:

• Jugamos a cualquier cosa, no hay juegos de niñas ni de niños.

• Papá y mamá hacen lo mismo, trabajan dentro y fuera de casa.

• Las tareas son de todos.

• Nos respetamos.

• No hacemos bromas machistas.

Espero que interiorice todo eso, espero que trate con respeto a todas sus amigas. Espero que sepa el valor que tiene la mujer en la sociedad.

¿Ni feminismo, ni machismo? Ojalá no existiesen ninguno de los dos. Porque sin el segundo el primero no tendría razón de ser. Pero hasta ese momento, seguiremos en pie para conseguir igualdad.